Horacio Paludi hace 25 que trabaja en Industrias Metalúrgicas Cestari. Desde hace 18 años está encargado del Departamento de Compras de la empresa y trabaja con nuestros proveedores.
“Cestari es mi familia, literalmente es mi familia”, dice Horacio y amplía con confianza y humor: “Soy familiar y se me debe haber tenido una confianza y alguna compasión».
-¿Tenés alguna anécdota destacada en la empresa?
-Tengo muchísimas anécdotas pero una que es mi favorita. Fue allá por el año 1997, el Presidente era Menem, estábamos en la Rural de Palermo con mi amigo Negrini (Es importante contarles que Aníbal Negrini fue un empleado histórico de Cestari, al que todos conocían como «Negri», ó simplemente Negrini. Aparece en el recuerdo de muchos de nuestros colaboradores), él manejaba el tractor, y la tolva iba cargada de gorras y tirábamos gorras y había alegría. Íbamos a paso de hombre y la gente nos pedía gorras. De golpe viene la seguridad y nos dijo: “No vayan a parar en el palco oficial por favor”. Y Negrini me miraba porque habíamos planeado parar. Pero el de seguridad iba al lado. Cuando pasamos por el palco oficial estaba Menem y Negrini sonrió y no paró pero bajó la velocidad de tal forma que fue prácticamente lo mismo y ahí tiré una gorra que fue como por un tubo y llegó a las manos del Presidente, y la agarró y se la puso. Me quise morir, a parte una ovación de la gente, aplausos, risas, el mismo Presidente sonreía y nos saludaba. La seguridad nos hizo mover la tolva y casi nos mata, pero habíamos logrado el objetivo. Todo el mundo nos llamaba que habían visto al Presidente con la gorra de Cestari por televisión. Es una anécdota para mi imborrable, no solo por la situación sino por mi compañero, Negrini. Él era una persona que tenía mucha alegría y un compañero de trabajo muy positivo, en todo, para encontrar una solución. Fue un excelente compañero y lo recordamos siempre.
Con respecto al paso de los años en la empresa Paludi analiza: “La empresa ha recibido en estos últimos años una inyección de gente joven, que sigue creciendo. Y ni hablar de la 4° generación de Cestari. Yo creo que la suerte que tuvo Néstor Cestari que sus hijos se hayan dedicado a la empresa de la forma que lo han hecho, con la responsabilidad que lo han hecho, beneficia mucho a la empresa”.
Horacio Paludi tiene la camiseta puesta de Cestari y representa a la fabrica en cada lugar a donde va. Su mirada sobre el futuro es muy esperanzadora: “Yo veo todo como muy positivo lo que viene para la empresa en el futuro, la veo muy sólida. Por supuesto que está acostumbrada a lo que pasan las empresas acá en Argentina, pero como Cestari da los pasos siempre en la medida que los puede ir dando, está muy sólida, muy bien equipada, se ha invertido muchísimo en maquinarias”.
“Creo que la nueva generación Cestari la va a hacer más fuerte y la va a hacer crecer aún más”, manifiesta y cierra con emoción: “Yo estoy muy contento de haber pasado tantos años en esta empresa”.
Horacio Paludi: Un incondicional de Cestari con grandes anécdotas