Volvemos a citar historias muy nuestras. Historias cercanas que conectan con nuestros 92 años de vida. Bajo el lema #TuHistoriaConCestari nos animamos a compartir con ustedes historias de vida que vale la pena leer.
Rubén Bramante, Tito, trabaja en Industrias Metalúrgicas Cestari desde hace 43 años.
Y su tarea es fundamental, cada día, en nuestra empresa. Un histórico de Cestari nos cuenta: “He pasado por diversos trabajos acá. Mi primer trabajo cuando entré fue el torno, yo no sabía nada, me pusieron ahí, y fui aprendiendo” y agrega: “Por eso digo que esta fábrica es una escuela”. Tito ingresó de muy joven a nuestra fábrica y aprendió a trabajar y él mismo ayudó y enseño a otros que fueron llegando.
“Hasta que llegó la plegadora y la guillotina, con Néstor Balduzzi empezamos a aprender y a trabajar con esas máquinas. Después de un tiempo empecé a manejar la plegadora y guillotina, junto a Nino Cestari, también”, cuenta Tito y agrega: “Fuimos haciendo diferentes desarrollos hasta que aparecieron las tolvas autodescargables”.
Sobre el surgimiento de la tolva autodescargable la anécdota es imperdible: “Don Nino, acá adelante donde hoy están los escritorios, con tiza dibujó la tolva en el piso, la hizo en tamaño natural, el lateral del acoplado, marcó el chasis, la dirección del eje, etc.”.
Con un dejo de emoción cuenta que “ahí empezó el desarrollo de la primera tolva, torneamos cajas, hacíamos cajas de mando, soldábamos, de todo tipo de pruebas”. Sin dudas todo un proceso de creación y producción que se hacía “a ojo y experiencia”.
El hecho que recuerda Tito no es un hecho más. Ese día, en ese dibujo en el piso, nacía la primera tolva autodescargable de nuestro país. Desde ese día cambiaría el sistema de cosecha en Argentina.
Rubén Bramante pasó por diferentes sectores y manejo diferentes maquinarias. Incluso formó parte del proceso de venta de nuestras tolvas en el exterior. “Conozco más de 10 países, viajábamos con Néstor (Cestari) llevando nuestras tolvas” cuenta con orgullo.
Hoy se encuentra en el sector de desarrollo y es una persona de consulta constante. La fábrica marcó su vida y sus palabras lo dicen todo: “Cestari para mi es todo, es con lo que vivo, no tengo otra cosa. Es parte de mi vida”.
Tito pasó por dos de las transiciones que experimentó Industrias Metalúrgicas Cestari, el paso de Nino a Néstor y la actual incorporación de la 4° generación de la empresa. “Las transiciones no fueron fáciles pero se fueron llevando con trabajo y ganas de seguir creciendo”, cuenta y completa: “Espero que la 4° generación siga adelante, sé que lo van a hacer”.
Bramante vuelve a cada rato a sus referentes, esos que lo ayudaron en su camino. En su relato suenan apellidos con peso propio, como Balduzzi, Guarino, Sosa y Negrini. “Con Balduzzi y Don Nino pasé mucho tiempo y puedo decir que ellos fueron referentes míos”.
-¿Qué pensás del futuro de la empresa?
-El futuro, qué palabra. Yo lo veo bien porque la empresa está bien parada, aunque nos moleste la economía del país. Si el país arranca, Cestari, nosotros, estamos preparados para ir al frente. A mí me queda poco para jubilarme pero siempre voy a estar para colaborar.
Tito Bramante una historia de 43 años junto a Cestari.
Tito Bramante, 43 años junto a Cestari
Volvemos a citar historias muy nuestras. Historias cercanas que conectan con nuestros 92 años de vida. Bajo el lema #TuHistoriaConCestari nos animamos a compartir con ustedes historias de vida que vale la pena leer.
Rubén Bramante, Tito, trabaja en Industrias Metalúrgicas Cestari desde hace 43 años.
Y su tarea es fundamental, cada día, en nuestra empresa. Un histórico de Cestari nos cuenta: “He pasado por diversos trabajos acá. Mi primer trabajo cuando entré fue el torno, yo no sabía nada, me pusieron ahí, y fui aprendiendo” y agrega: “Por eso digo que esta fábrica es una escuela”. Tito ingresó de muy joven a nuestra fábrica y aprendió a trabajar y él mismo ayudó y enseño a otros que fueron llegando.
“Hasta que llegó la plegadora y la guillotina, con Néstor Balduzzi empezamos a aprender y a trabajar con esas máquinas. Después de un tiempo empecé a manejar la plegadora y guillotina, junto a Nino Cestari, también”, cuenta Tito y agrega: “Fuimos haciendo diferentes desarrollos hasta que aparecieron las tolvas autodescargables”.
Sobre el surgimiento de la tolva autodescargable la anécdota es imperdible: “Don Nino, acá adelante donde hoy están los escritorios, con tiza dibujó la tolva en el piso, la hizo en tamaño natural, el lateral del acoplado, marcó el chasis, la dirección del eje, etc.”.
Con un dejo de emoción cuenta que “ahí empezó el desarrollo de la primera tolva, torneamos cajas, hacíamos cajas de mando, soldábamos, de todo tipo de pruebas”. Sin dudas todo un proceso de creación y producción que se hacía “a ojo y experiencia”.
El hecho que recuerda Tito no es un hecho más. Ese día, en ese dibujo en el piso, nacía la primera tolva autodescargable de nuestro país. Desde ese día cambiaría el sistema de cosecha en Argentina.
Rubén Bramante pasó por diferentes sectores y manejo diferentes maquinarias. Incluso formó parte del proceso de venta de nuestras tolvas en el exterior. “Conozco más de 10 países, viajábamos con Néstor (Cestari) llevando nuestras tolvas” cuenta con orgullo.
Hoy se encuentra en el sector de desarrollo y es una persona de consulta constante. La fábrica marcó su vida y sus palabras lo dicen todo: “Cestari para mi es todo, es con lo que vivo, no tengo otra cosa. Es parte de mi vida”.
Tito pasó por dos de las transiciones que experimentó Industrias Metalúrgicas Cestari, el paso de Nino a Néstor y la actual incorporación de la 4° generación de la empresa. “Las transiciones no fueron fáciles pero se fueron llevando con trabajo y ganas de seguir creciendo”, cuenta y completa: “Espero que la 4° generación siga adelante, sé que lo van a hacer”.
Bramante vuelve a cada rato a sus referentes, esos que lo ayudaron en su camino. En su relato suenan apellidos con peso propio, como Balduzzi, Guarino, Sosa y Negrini. “Con Balduzzi y Don Nino pasé mucho tiempo y puedo decir que ellos fueron referentes míos”.
-¿Qué pensás del futuro de la empresa?
-El futuro, qué palabra. Yo lo veo bien porque la empresa está bien parada, aunque nos moleste la economía del país. Si el país arranca, Cestari, nosotros, estamos preparados para ir al frente. A mí me queda poco para jubilarme pero siempre voy a estar para colaborar.
Tito Bramante una historia de 43 años junto a Cestari.